Cuando una canción...


... te hace suspirar...
... te eriza la piel...
... te arranca una lágrima...
... te acelera el corazón...
... te da un escalofrío...
... hace que te sientas completamente idiota, pero completamente viva.

¿Cuál es la vuestra?

Microcuento Nº 2



Aquel escritor se encerraba a escribir en su buhardilla con la única luz de una vela.

Agitaba su coctelera llena de palabras y luego las derramaba sobre el papel. Normalmente, la combinación de palabras no tenía sentido alguno, y cuando, ocasionalmente, lo tenía, resultaba frío, artificial, vacío...

Así, noche tras noche, el ánimo del escritor en conseguir una obra maestra se fue tornando en desesperación. Tanto, que una noche, frustrado, en un arranque de ira se bebió el contenido de la coctelera de palabras. Pero las palabras erraron el camino ( ¿ o no?), y en lugar de a su estómago, fueron a parar a su corazón. El corazón no fue capaz de soportarlo. Las expulsó, y el escritor vomitó las palabras sobre el papel.

Entonces todo tuvo sentido.


Bueno, ya sabéis que os toca ponerle título ;-) Un abrazo.

Hagamos un trato


Compañera

usted sabe

que puede contar

conmigo

no hasta dos

o hasta diez

sino contar

conmigo


si alguna vez

advierte

que la miro a los ojos

y una veta de amor

reconoce en los míos

no alerte sus fusiles

ni piense qué delirio

a pesar de la veta

o tal vez porque existe

usted puede contar

conmigo


si otras veces

me encuentra

huraño sin motivo

no piense qué flojera

igual puede contar

conmigo


pero hagamos un trato

yo quisiera contar

con usted

es tan lindo

saber que usted existe

uno se siente vivo

y cuando digo esto

quiero decir contar

aunque sea hasta dos

aunque sea hasta cinco

no ya para que acuda

presurosa en mi auxilio

sino para saber a ciencia cierta

que usted sabe que puede

contar conmigo


Mario Benedetti

You're the voice



We have the power to be powerful, believe me, we can make it better...

Microcuento nº1


Situado detrás de ella, rodeó su cintura con sus brazos y apoyó su barbilla en el hombro de ella. Mientras, le susurraba al oído los detalles del maravilloso paisaje en los que quería que ella reparara.

- ¿ No es precioso?- dijo él.

Ella, aferrando sus manos y con una sonrisa en sus labios dijo:

-Sí... esto es... precioso.

Lo que él no sabía, es que desde el comienzo de esta pequeña historia, ella había tenido sus ojos cerrados.


Creo que es la primera vez que me atrevo a escribir algo totalmente de cosecha propia. Espero que os haya gustado. Además, propongo un "juego": cada vez que escriba un microcuento, os dejos a vosotr@s la tarea de ponerle título. ¿ Qué os parece?

Un abrazo